PROFRA.
GUADALUPE ÁLVAREZ NAVEDA
El
7 de Agosto de 1927 nace, en la ciudad de Xalapa. Guadalupe Álvarez Naveda,
hija de Don Guillermo Álvarez Boettiger y de Doña Guadalupe Naveda Rodríguez,
personas de reconocido prestigio moral quienes en su seno, formaron con todo
amor y dedicación a sus hijos, destacando Guadalupe desde pequeña por su
carácter decidido y firme.
Cursó su educación primaria en la escuela de las Señoritas Ramos y en el Liceo
Sor Juana Inés de la Cruz, estudió en la Escuela Normal Veracruzana “Enrique C.
Rébsamen”, la educación secundaria y la educación normal, en donde se recibió
como Profesora de Educación Primaria el 10 de noviembre de 1947, al presentar
su tesis “La Actividad Espontánea en el Niño”, bajo la dirección de la maestra
Graciela Rivera de Pozos.
Su inquietud y dedicación profesional, la hicieron destacar desde estudiante
entre sus compañeros y merecer el respeto y admiración de sus maestros quienes
la animaron a continuar sus estudios en la ciudad de México.
Las costumbres de la época y el ambiente familiar impedían el apoyar a la joven
profesionista para que saliera sola a la Capital del País, pero la decisión, el
carácter y el fuerte llamado profesional hicieron posible que librando tantos
obstáculos como el no contar con el apoyo económico de sus padres, lo superará
y así, escribiendo apuntes y vendiéndolos entre sus compañeros, encontrando
todo el apoyo en el Doctor Roberto Solís Quiroga y en una bondadosa y honorable
familia de México Fagoaga González, alcanzara cursar y terminar en la Escuela
Normal de Especialización la carrera de Maestra Especialista en la Educación de
Niños Anormales Mentales y Menores Infractores, al presentar su tesis
“Procedimiento del Diagnóstico de la Deficiencia Mental”, el 5 de abril de
1951.
Durante el tiempo que permaneció en la capital trabajó como maestra en una
escuela de San Angel Inn, pero como no tenía local, acondicionó un espacio en
el mercado, la incomodidad y la dureza del clima le originaron una laringitis
crónica, pero esto no obstruyó su carrera, se destacó por su trabajo e interés
en el área de la psicometría, llegando a ocupar el puesto de Jefe del Gabinete
de Psicometría en el Parque Lira, actualmente Escuela Normal de
Especialización.
Cumpliendo su promesa de retornar al seno familiar una vez concluidos sus
estudios de postgrado, regresó a Xalapa, en 1951 e inició su incansable lucha
por fundar una escuela de Educación Especial, idea, que al principio encontró rechazo e
incomprensión del pueblo, maestros y algunas autoridades.
En esta época, el Director General de Educación Popular, Profr. Manuel González
Jiménez, la invitó a ocupar la Jefatura de la Sección de Psicopedagogía de la
Dependencia.
En el año de 1955, ingresó a la Escuela Normal Veracruzana como Catedrática en
el área de educación primaria y educación preescolar, participó en el Instituto
de Capacitación del Magisterio y en las Facultades de Pedagogía, Filosofía y
Letras, Historia y Psicología de la Universidad Veracruzana, entre otras
instituciones.
Las cátedras principales versaron sobre psicología general, infantil y
educativa, psicotecnia, pedagogía, didáctica, métodos estadísticos, técnica de
la enseñanza, paidología. Problemas psicopedagógicos del preescolar,
conocimiento del educando y evaluación pedagógica.
En cada alumno que pasó por los cursos otorgados por la Maestra Álvarez, como
todos la conocemos, quedó huella indeleble y un aprendizaje significativo que
fue puesto en práctica a lo largo y ancho de nuestro Estado y en todos los
lugares donde aquel semillero de jóvenes estudiantes fuimos a desarrollar
nuestra labor profesional.
Desde el umbral de cada aula se sentía la presencia de la Maestra quien
denotaba su seguridad incluso en su caminar, su voz agradable inconfundible y
firme siempre sirvió para que su cátedra se tomará con gran atención y su rico
contenido con gran interés. Quienes la escuchamos en sus diversas exposiciones,
sabemos bien que siempre quedaba dentro de sí, un conocimiento de alto valor
académico, cultural y social, pues además del valor mismo, encerraba la
filosofía y el amor en beneficio de los niños menos dotados.
En 1962 se fundó la Clínica de Conducta de la Universidad Veracruzana; y el Dr.
Rafael Velasco Fernández, la invitó a participar en ella (1963), aquí tuvo
oportunidad de servir y atender a niños excepcionales y de desarrollar su espíritu de
investigación, realizó una encuesta y los datos arrojaron como resultado que,
entre el 14 y 16% de alumnos tenía problemas de aprendizaje originados por
diversos factores, estos datos permitieron fundamentar aún más la necesidad de
la creación de una institución que no tan sólo albergara estos casos, sino que
asesorara padres de familia, maestros en servicio y formara profesionalmente al equipo de trabajo del cual se había
rodeado.
La Maestra Álvarez Naveda comprendió que los cambios tan rápidos en el mundo,
presentaban mayores exigencias para todos, por esto, no quiso dejar que los
seres menos dotados quedaran rezagados, sin contar con la ayuda de ninguna
especie, no quiso que fueran una carga para la sociedad ni una vergüenza para
sus padres que pudiera originar la desintegración familiar.
Así, pensando en ayudar a estos pequeños, fundó una Institución contra viento y
marea, con el firme propósito de ayudar a la niñez desvalida, haciéndola útil a
la sociedad y así misma.
Con el apoyo del Profr. Ángel J. Hermida Ruiz, Director General de Educación
Popular en el Estado y el Lic. Fernando García B. Rector de la U. V. se creó el
Instituto “Dr. Roberto Solís Quiroga” para niños de lento aprendizaje (1966).
Esta institución representó un gran avance en la Educación Especial, ya que
desde su inicio permitió a través de su política de puertas abiertas, mostrar a
profesionistas, autoridades educativas, padres de familia y estudiantes de la
materia, diversas formas de enseñanza, se brindó asesoramiento a todo aquel que
lo solicitó, fue un verdadero centro experimental y de observación donde
instituciones nacionales y extranjeras acudieron a recibir cursos, siempre bajo
la atinada dirección de la Maestra Álvarez.
Su capacidad de organización fue innata y además su afán tanto de servicio como
de formar y de enseñar se denotaba en su diaria actividad, las demostraciones
educativas de este servicio trascendían y así, asistían autoridades educativas
de la capital de la República a constatar la organización, la formación
profesional y las técnicas de enseñanza empleadas.
El 2 de marzo de 1966 se fundó este servicio, quedando a su cargo la Dirección;
y el 2 de marzo de 1968 se estableció el Departamento de Educación Especial,
ocupando la primera Jefatura en la Dirección General de Educación Popular,
cubriendo así un servicio a nivel Estatal con muy escasos recursos pero con una
gran voluntad y entrega.
Sus cargos más destacados han sido: Jefe del Laboratorio de Psicopedagogía de
la Facultad de Pedagogía, Filosofía y Letras de la Universidad Veracruzana
(1970), Coordinadora (Fundadora) del Centro de Estudios Educativos de la
carrera de Pedagogía del área de Humanidades (1972) y Subdirectora Técnica de
la Escuela Normal Veracruzana (1976-1977).
En 1977, la Profesora Guadalupe Méndez Gracida, Directora General de Educación
Especial de la Secretaría de Educación Pública, solicitó al Gobierno del Estado
que comisionara a la Maestra Álvarez como Asesora, realizando los estudios
necesarios y elaborando los proyectos acordes, para poner en marcha la creación
de la primera unidad de grupos integrados en febrero de 1979, más adelante, su
constancia en estudios e investigaciones, le permitieron fundamentar la
creación de las primeras 5 Escuelas Federales de Educación Especial en el
Estado de Veracruz.
Sería innumerable mencionar los cursos, congresos, talleres, conferencias a los
que ha asistido la connotada Maestra tanto como experta y como invitada
especial.
En cuanto a publicaciones, se puede decir que desde los apuntes de cátedra para
alumnos, con tan valiosos contenidos que se convertían en apoyo primordial para
el maestro, hasta sus ediciones especializadas del Conocimiento del Educando,
pasando por una Psicometría y las Tablas para Calcular el Índice de Equilibrio
Morfológico hasta “Un viaje por el Estado de Veracruz”, y otras muchas que
faltan de mencionar, tuvieron y siguen teniendo un lugar especial en las
bibliotecas de cualquier estudioso maestro veracruzano.
Dos centros escolares merecidamente y con orgullo ostentan el nombre de la
ilustre educadora, y la Unión Femenina Iberoamericana la nombró la “Mujer del
Año” en 1985 como un reconocimiento por su ardua labor.
Quienes la tratamos primero como Maestra en alguna aula y después como guía en
nuestro desempeño profesional, nos sentimos orgullosos de haber sido formados
técnicamente por tan valiosa persona, esto, nos ha permitido identificarnos
como equipo de trabajo y en el ambiente laboral reconocer de manera conjunta el
valor de nuestra Maestra, ella no tan solo pensó en los niños de lento
aprendizaje, también en los deficientes mentales, en los casos con problemas de
audición y lenguaje, en los neuromotores, atendió a los invidentes y nunca se
olvidó de los problemas de conducta y menores infractores.
Actualmente, jubilada de sus ocupaciones institucionales, asesora con su gran
experiencia profesional a todo aquel que lo requiere; siempre nos hizo
reflexionar y trabajar en base a su lema que encierra su filosofía . . . “todo
lo que hace un niño, tiene valor” . . .
Gracias por estos reconocimientos..y esta Hermosa Biografía..
ResponderEliminarSoy su Sobrino Ahijado..Esteban Rafael